Ana Milena Plata, CEO de Biofix Bic –empresa reconocida en el mercado de carbono por el desarrollo de más de 10 proyectos de conservación REDD–, destaca cómo estos escenarios de comercio son parte fundamental del proceso de transición energética justa y equitativa que plantea el país. Para mejores resultados, señala, es necesario que desde el Gobierno se genere una mayor confianza y seguridad para los inversionistas.
¿Cuál es la relación entre transición energética, deforestación y mercado de carbono?
Ana Milena Plata: Muchos países ya han comenzado a abandonar las fuentes de energía con alto contenido en carbono, y Colombia, siguiendo esta tendencia mundial, inició su proceso de transición promoviendo la generación con Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER), priorizando el gas natural como combustible para la transición. De acuerdo con el Sistema de Información Ambiental, en el país más del 50 por ciento de las emisiones de GEI se dan por la deforestación, mientras que en minas y energía es del 10 por ciento. En este orden, si de ambiente se trata, los esfuerzos deberían estar enfocados prioritariamente en evitar la deforestación y esto se logra a través de soluciones basadas en la naturaleza, como las que plantea el mercado de carbono.
¿Cuál es el aporte de este mercado a la transición energética que se plantea en Colombia?
A.M.P.: El World Economic Forum (WEF) recomienda que los países con mayor participación de emisiones en el sector minero-energético avancen con mayor ambición en la transición energética y destaca que las soluciones basadas en la naturaleza pueden proporcionar un tercio de la mitigación mundial requerida para 2030. Lo anterior se traduce en reducir las emisiones desde las operaciones de las empresas y cadenas de valor e invertir en sumideros de carbono o proyectos de conservación forestal. La transición energética debe comprender dos caminos: el primero, a través de una ruta de reducción de emisiones enfocada en cambios tecnológicos, fuentes no convencionales y renovables; el segundo, una estrategia de compensación mediante el uso de créditos de carbono generados por soluciones basadas en la naturaleza, mientras se avanza firmemente en el cambio a tecnologías más limpias. Mientras el mercado de carbono con soluciones basadas en la naturaleza se fortalece en Colombia, se crea capital semilla para que las comunidades forestales desarrollen negocios verdes y sostenibles.
Desde el punto de vista institucional, ¿qué se necesita para que el mercado de carbono y las iniciativas de mitigación cumplan su papel en la transición energética?
A.M.P.: Se requiere seguridad jurídica del marco normativo, el cual ha venido consolidándose desde la creación y reglamentación del impuesto al carbono. Como en Colombia la deforestación es la principal fuente de emisión de GEI, se debe garantizar que las comunidades indígenas tengan acceso a los mercados de carbono y a incentivos para evitarla, esto les permitirá conservar más sus territorios y mejorar sus condiciones de vida con la generación de economías de escala. Así mismo, es muy importante el respeto por los derechos fundamentales, como la autodeterminación de los pueblos indígenas en la selección de modelos propios de desarrollo. Según cifras del Ideam y del Dane, el 52 por ciento del territorio del país son áreas de bosque natural, de las cuales, el 48,3 por ciento pertenece a comunidades étnicas. Por último, se requiere la confianza legítima de las inversiones sobre las iniciativas de mitigación que viene cursando Colombia, ya que desde la creación del impuesto estas iniciativas han generado un flujo muy importante de recursos que ha representado una mejoría sustancial en las comunidades al tiempo en que aporta al crecimiento del país.
¿Por qué Colombia debería ver el mercado de carbono como una oportunidad para incentivar la transición energética y alcanzar las metas de reducción de emisiones mundiales?
A.M.P.: El mundo debe reducir emisiones de gases de efecto invernadero en un 43 por ciento para 2030 y así, limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Esto significa que los gobiernos y las empresas deben continuar comprometiéndose en implementar políticas y acciones directas de descarbonización. Para las empresas, significa actuar sobre dos palancas críticas: Mitigación directa en su operación y en su cadena de valor, mediante la descarbonización de las emisiones de Alcance 1, 2 y 3 a un ritmo consistente; y en compra de créditos de carbono de proyectos con inversiones en protección y restauración de ecosistemas y co-beneficios sociales con comunidades vulnerables. El mercado de carbono no solo es una ruta necesaria para la descarbonización, sino que, además, hoy es la herramienta más costo – eficiente para combatir la deforestación y los problemas estructurales de pobreza y desigualdad que viven los custodios forestales
La reforma tributaria disminuyó la demanda de bonos de carbono al limitar la compensación del impuesto al carbono en un 50 por ciento, ante esta coyuntura: ¿Cuáles son las repercusiones?
A.M.P.: El objetivo de los impuestos ambientales, a diferencia de otros tributos, no es generar un recaudo fiscal para el Estado, sino una señal de precios a los agentes económicos, que incentive las actividades en pro del medio ambiente. En el caso del impuesto al carbono en Colombia, se creó un mecanismo de inversión directa a las comunidades étnicas que demostraran reducir la deforestación. Ese mecanismo de inversión se vio afectado por el art. 39 de la Reforma Tributaria que disminuyó la demanda por proyectos de reducción de GEI en comunidades étnicas.
Explíquenos concretamente cuáles son las afectaciones…
Esta medida generó una afectación a las comunidades que se han visto beneficiadas por la dinamización del mercado local, a partir de la figura de la no causación del impuesto al carbono, y también ha representado una regresión en materia ambiental, debido que, al disminuirse un mercado dirigido a frenar la deforestación el efecto será que la deforestación aumente, pues el nuevo fondo destinado a recibir los recursos carece de instancias de fiscalización que evidencien resultados reales en esta materia.
¿Qué esperan del Gobierno?
A.M.P.: Las expectativas están en que el Gobierno empiece a crear condiciones para garantizar la confianza de los inversionistas en soluciones basadas en la naturaleza y en mercados de carbono íntegros y seguros.
Tomado de: Revista Semana